Cada día escribo algo. Bien en Cemona y sus historias... Bien en alguno de mis Blog. Bien en las siguientes Historias de Cemona. Pero quizás por el estrés emocional, quizás por el veranito y las ganas de playa, quizás por la abundancia de proyectos y necesidades, me está costando algo más de lo habitual. Parece ser que mi musa se ha tomado vacaciones y me ha dejado con todo el trabajo para mí solita. No es que me moleste, siempre hay algo de lo que hablar. Siempre tengo algo que contar. Siempre puedo escribir. Pero cuando mi musa me falta, mis palabras pesan más de lo que me gusta. Es como si al escribir mis pensamientos contase un cuento, es como si al contar lo que deseo las palabras se mezclasen en una dislexia emocional. Espero que las vacaciones de mi musa sean cortas, o al menos que vuelva con la luz de la luna y del sol, para que vuelvan a iluminar mi alma y pueda seguir un poco más...