No soy una mujer blanca.
Por mi nacimiento, en Perú, soy lo que personas que me quieren mucho denominan "panchi". Sí, aunque sea algo que dicen con todo el cariño del mundo, molesta mucho.
El caso es que llevo en Catalunya desde antes de tener conciencia, por lo que cuando alguien me pregunta de dónde soy, siempre digo que soy "de aquí". Me miran raro, con suspicacia, pero son pocos los que se atreven a preguntar mucho más.
Si alguien insiste, y digo que nací en Perú, me encuentro con paridas del tipo "pues hablas muy bien el catalán" o "¿Y cómo se habla allí?" a lo que normalmente suelto alguna respuesta jocosa del tipo "en cambio tu no, para ser de aquí" o "pues pronunciando una palabra detrás de otra...".
He sufrido el racismo, aunque según a quien le cuentes "nada grave", porque no he recibido ninguna paliza por el color de mi piel. Han sido más bien microracismos, unas cuantas paradas de la policía en mi juventud, y me han cantado la canción del ColaCao unas cuantas veces en mi niñez, y unas muchas "anécdotas".
Así que supongo que es por eso, por lo que, al leer el libro de Desirée Bela-Lobedde "Ser mujer negra en España", me he revuelto mucho. Me ha dolido, me ha escocido, y me ha hecho sentir menos "dramática".
Gracias, Desirée.
No soy una mujer negra.
Para mí, no existían las personas negras españolas, hasta que cumplí los 11 años y me mudé al Prat de Llobregat y conocí a Susana. Pero tenía lógica, porque su madre y su padre eran de "fuera".
No éramos amigas, y nunca me molesté en saber de ella, para mí era otra niña más.
Si lo analizo, en toda mi vida, apenas he tenido contacto con personas racializadas, y en especial con personas negras.
Por lo que no he tenido ni idea de qué les preocupa, les molesta, les gusta, los motivos por los que llevan turbante, o cómo es su cabello. Nadie me lo ha explicado, y yo no he tenido esa curiosidad.
Lo que sí he tenido han sido comportamientos racistas, chistes (terribles, vistos en la distancia), actidudes, prejuicios...
Supongo que sin darme cuenta, o sin importarme, he hecho a otros lo que me dolía que me hicieran a mí, y eso me "ayudó a ser socialmente mejor aceptada". Es una mierda, y lo siento.
Siento haber tenido que esperar a conocer a Desirée para interesarme y observarme. Para darme cuenta de que cometo esos microracismos y los tengo "normalizados".
Gracias, Desirée.
Gracias por tu sinceridad, por ser ese referente tan importante y necesario.
Gracias por esos toques de atención, para personas que, como yo, que no tenemos esa consciencia de que nuestra normalidad es dañina, podamos parar, reflexionar, y ser consecuentes con nuestros gestos y palabras.
No sé si te has leído el libro de Desirée, pero te lo recomiendo encarecidamente.
Creo que dice verdades como puños, de forma amena y sencilla.
Gracias, Desirée.
Por mi nacimiento, en Perú, soy lo que personas que me quieren mucho denominan "panchi". Sí, aunque sea algo que dicen con todo el cariño del mundo, molesta mucho.
El caso es que llevo en Catalunya desde antes de tener conciencia, por lo que cuando alguien me pregunta de dónde soy, siempre digo que soy "de aquí". Me miran raro, con suspicacia, pero son pocos los que se atreven a preguntar mucho más.
Si alguien insiste, y digo que nací en Perú, me encuentro con paridas del tipo "pues hablas muy bien el catalán" o "¿Y cómo se habla allí?" a lo que normalmente suelto alguna respuesta jocosa del tipo "en cambio tu no, para ser de aquí" o "pues pronunciando una palabra detrás de otra...".
He sufrido el racismo, aunque según a quien le cuentes "nada grave", porque no he recibido ninguna paliza por el color de mi piel. Han sido más bien microracismos, unas cuantas paradas de la policía en mi juventud, y me han cantado la canción del ColaCao unas cuantas veces en mi niñez, y unas muchas "anécdotas".
Así que supongo que es por eso, por lo que, al leer el libro de Desirée Bela-Lobedde "Ser mujer negra en España", me he revuelto mucho. Me ha dolido, me ha escocido, y me ha hecho sentir menos "dramática".
Gracias, Desirée.
No soy una mujer negra.
Para mí, no existían las personas negras españolas, hasta que cumplí los 11 años y me mudé al Prat de Llobregat y conocí a Susana. Pero tenía lógica, porque su madre y su padre eran de "fuera".
No éramos amigas, y nunca me molesté en saber de ella, para mí era otra niña más.
Si lo analizo, en toda mi vida, apenas he tenido contacto con personas racializadas, y en especial con personas negras.
Por lo que no he tenido ni idea de qué les preocupa, les molesta, les gusta, los motivos por los que llevan turbante, o cómo es su cabello. Nadie me lo ha explicado, y yo no he tenido esa curiosidad.
Lo que sí he tenido han sido comportamientos racistas, chistes (terribles, vistos en la distancia), actidudes, prejuicios...
Supongo que sin darme cuenta, o sin importarme, he hecho a otros lo que me dolía que me hicieran a mí, y eso me "ayudó a ser socialmente mejor aceptada". Es una mierda, y lo siento.
Siento haber tenido que esperar a conocer a Desirée para interesarme y observarme. Para darme cuenta de que cometo esos microracismos y los tengo "normalizados".
Gracias, Desirée.
Gracias por tu sinceridad, por ser ese referente tan importante y necesario.
Gracias por esos toques de atención, para personas que, como yo, que no tenemos esa consciencia de que nuestra normalidad es dañina, podamos parar, reflexionar, y ser consecuentes con nuestros gestos y palabras.
No sé si te has leído el libro de Desirée, pero te lo recomiendo encarecidamente.
Creo que dice verdades como puños, de forma amena y sencilla.
Gracias, Desirée.
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Menuda entrada más personal y sentida... Muchas gracias por abrirte así con nosotros y contar tu experiencia. Y sí, en España seguimos teniendo este tipo de actitudes internalizadas y deberíamos pararnos a reflexionar sobre cómo afectan a los demás. ¡Me lo apunto! ¡Muchas gracias por la reseña y por la valentía!
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Muchas gracias por tu comentario. Sí, realmente es muy personal y sentida, no podía ser de otra manera. No sabría escribir una reseña a este libro, sin desnudarme un poco con ello.
EliminarUn abrazo y feliz día¡