CeMonA

Me gusta escribir. Por eso tengo mi blog, página en Facebook y mis libros: Cemona y sus historias y Cemona 2.0 este último con el prólogo escrito por mi compañero y social media manager Jordi Bufí Pero aunque alguno no se lo crea, también puedo ser "seria". Diría que no suelo mezclar el trabajo con el ocio, pero mentiría. Porque como sabeis, mi trabajo es importante para mí. Ultimamente, será porque me estoy haciendo mayor, me molesto en llevar mi pasión por la escritura a un nivel algo más profesional. Así que para los que no lo saben, mostrar mi colaboración en el blog de la empresa en la que trabajo pisos.com  Así como un link sobre mí en la red en el que podeís encontrar casi todos los enlaces que utilizo habitualmente. Cemona en pisos.com About.me de Cemona Acepto críticas constructivas, como siempre. Saludos¡¡

Cuando la oía de pequeña me parecía una frase de lo más normalita. Una de esas frases hechas que las madres dicen, igual que "Cómo que no quieres comer más? Con tantos niños que hay pasando hambre..." o "Cuando estés de fiesta, llévate tu cocacola a todas partes, no la pierdas de vista" Son de esas cosas que oyes, pero no le das ninguna importancia. Ahora soy la madre y, aunque no estoy de acuerdo con la frase, reconozco su significado. No importa lo que haga, lo mucho o poco que me esfuerce, lo que les regañe, lo que les abrece, lo que les cuente, mis hijas son lo mejor de mi vida. En cuanto a que no estoy de acuerdo con la frase, es fácil de entender. Es cierto que solo hay una madre que mataría y moriría por su hij@. Pero hay algunas personas que pasan a hacer el papel de madre, con la mejor de las intenciones y, aunque al principio escuece un poco, (bastante) luego nos damos cuenta del bien que puede ejercer esa persona. A mí me ha pasado. Me ha pasa