Hola,
Pasamos gran parte del día en nuestro puesto de trabajo.
Algunos de nosotros inclusive, por motivos varios, desayunamos y comemos en él.
Por lo tanto, es normal que, a veces, se pierdan las formas.
Todos tenemos un mal día(algunos más que otros) y también hay quien tiene un día gracioso justo en el peor de los momentos.
Un ejemplo:
El jefe decide que el proyecto en el que hemos estado trabajando toda la semana a piñón (porque nos lo asignó en el último momento) debe tener un nuevo enfoque y lo realizado en una semana nos lo exige en dos días.
Nuestro banco nos devuelve por error un recibo importantísimo, con los perjuicios que eso conlleva.
Hacienda le ha pagado a todos nuestros compañeros, menos a nosotros, a pesar de haber sido los primeros en presentar la declaración.
Nuestro equipo de fútbol perdió la noche anterior un partido decisivo (y el resto del departamento es del equipo contrario)
Y para colmo, viene el gracioso de turno, contento como unas castañuelas porque le han subido el sueldo, a hacer chistes sobre nuestro equipo.
Estamos a punto de explotar, cuando al compañero de al lado (ese que siempre nos ayuda, nos trae café o agua cuando va a buscar para él y sabe cuando debe dejarnos tranquilos) comete el terrible error de preguntar: -¿tienes la grapadora?
¡¡¡¡BUMMMM!!!!
El pobre desgraciado se lleva una bronca descomunal y sin sentido.
La mayoría de las veces, ese compañero, se dá cuenta de lo sucedido, nos manda a la mierda y luego acepta nuestras disculpas,aunque aprovecha a regañarnos (que menos¡¡) y lo olvida pronto.
A veces es difícil soportar la presión (o simplemente la mala leche) y lo paga el que menos culpa tiene.
Por las veces que me ocurre a mi... LO SIENTO...
CONTINUARÁ...
Pasamos gran parte del día en nuestro puesto de trabajo.
Algunos de nosotros inclusive, por motivos varios, desayunamos y comemos en él.
Por lo tanto, es normal que, a veces, se pierdan las formas.
Todos tenemos un mal día(algunos más que otros) y también hay quien tiene un día gracioso justo en el peor de los momentos.
Un ejemplo:
El jefe decide que el proyecto en el que hemos estado trabajando toda la semana a piñón (porque nos lo asignó en el último momento) debe tener un nuevo enfoque y lo realizado en una semana nos lo exige en dos días.
Nuestro banco nos devuelve por error un recibo importantísimo, con los perjuicios que eso conlleva.
Hacienda le ha pagado a todos nuestros compañeros, menos a nosotros, a pesar de haber sido los primeros en presentar la declaración.
Nuestro equipo de fútbol perdió la noche anterior un partido decisivo (y el resto del departamento es del equipo contrario)
Y para colmo, viene el gracioso de turno, contento como unas castañuelas porque le han subido el sueldo, a hacer chistes sobre nuestro equipo.
Estamos a punto de explotar, cuando al compañero de al lado (ese que siempre nos ayuda, nos trae café o agua cuando va a buscar para él y sabe cuando debe dejarnos tranquilos) comete el terrible error de preguntar: -¿tienes la grapadora?
¡¡¡¡BUMMMM!!!!
El pobre desgraciado se lleva una bronca descomunal y sin sentido.
La mayoría de las veces, ese compañero, se dá cuenta de lo sucedido, nos manda a la mierda y luego acepta nuestras disculpas,aunque aprovecha a regañarnos (que menos¡¡) y lo olvida pronto.
A veces es difícil soportar la presión (o simplemente la mala leche) y lo paga el que menos culpa tiene.
Por las veces que me ocurre a mi... LO SIENTO...
CONTINUARÁ...
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